Decisión final. Con Manuel Merino a la cabeza, los congresistas la maltrataron durante su presentación en el Parlamento. Ahora dicen que no buscaban censurarla y la cuestionan por haber renunciado.

Para Merino no fue suficiente. Al enterarse de la dimisión de Mazzetti, volvió a referirse duramente a ella: “Las críticas que se hacen a la señora Mazzetti son naturales, más bien nos preocupa que (actúe) de una manera irresponsable. Eso no se lo podemos permitir los peruanos que tenemos familiares en los hospitales muriendo”. Merino se la tenía jurada a Mazzetti.
Estaba claro que Merino y sus aliados se habían propuesto desestabilizar el gobierno de Sagasti forzando la salida de Mazzetti. Pero la exministra de Salud se les adelantó y dimitió para que Sagasti tuviera la oportunidad de buscar un reemplazo que garantizara la conducción de la lucha contra la pandemia.
De acuerdo con las fuentes, Mazzetti era de la siguiente idea: “Más importante que mantenerse en el cargo, es la salud de los peruanos que luchan en la primera línea contra la pandemia. Una censura de un ministro crea temor y desconfianza”.
Lo que le dijeron a Mazzetti fue altisonante, inapropiado, injusto. Mazzetti comprendió que nada que dijera calmaría las expectativas de los congresistas. Uno tras otro, una tras otra, no aportaban nada. El ánimo era destructivo.
La bancada de Unión por el Perú (UPP) fue brutal con sus acusaciones. El congresista Hipólito Chaina, gritando, le adjudicó un supuesto despilfarro en los fondos del Seguro Social, a pesar de que este rubro no le compete a su ministerio. Su solo tono de voz era ofensivo.
El congresista de APP, Leonardo Inga, descalificó su desempeño como ministra de Salud. Aseguró que evadía sus responsabilidades con los gobiernos regionales. “¿Va a asumir las riendas de la lucha contra la pandemia de forma firme y constante?”, preguntó burlonamente. Lo cierto es que desde el año pasado los gobiernos regionales manejan el sector Salud como parte del proceso de descentralización.
También deslizó que la razón por la que no se firmó la compra de vacunas con la farmacéutica Pfizer estaba relacionada con “la vacunación familiar en Palacio de Gobierno”, algo que fácilmente se puede desmentir, pues, en principio, la negociación recae en Cancillería, no en el Minsa. A los congresistas no les interesaba la verdad. “Sea transparente, no traicione al pueblo peruano”, sostuvo el congresista Roberto Chavarría. Para rematar, añadió la primera alusión a la censura: “El Congreso debe evaluar la continuidad del gabinete que ha demostrado incapacidad”. Ahora dicen que su intención no era censurarla, algo que no es cierto. Mazzetti por eso resolvió no caer en el juego y los dejó en el aire.
Interpelaciones
7-12-2020. La llaman para que informe sobre gestiones por compra de vacunas, a pesar de que la información se hizo pública en conferencia de prensa.
9-10-2020. Congresista Leonardo Inga pidió que citen a Mazzetti para responder por los casos de reinfección, además de las medidas a implementar para la segunda ola, cuando los anuncios ya se habían hecho.
13-10-2020. La comisión COVID-19 solicitó la presencia de la titular de salud por el retiro de los medicamentos azitromicina, hidroxicloroquina e ivermectina. También citaron a Fiorella Molinelli.
3-11-2020. Fue citada hasta tres veces por el mismo tema. Esta última vez presentó indicadores acerca del uso de estos medicamentos.
fuente: larepublica.pe
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